ENTREVISTA. Roberto Claudio Núñez Charvetto
Natural de La Línea de la Concepción (Cádiz) es el responsable del Departamento de Producción de MAREA Medio Ambiente, Residuos y Agua. Su trabajo consiste en hacer un seguimiento temporal y económico de las obras con objeto de cumplir o mejorar los objetivos establecidos por la empresa, así como la coordinación del personal de este departamento compuesto por tres jefes de grupo, nueve jefes de obra y 13 encargados. Además, Núñez Charvetto se ocupa de las relaciones con los distintos clientes. También, se involucra en el día a día de todas las obras, especialmente en las que requieren mayor atención, tanto en la fase de preparación como de ejecución. La razón es que lleva más de 15 años dedicándome al sector de la construcción, 10 de los cuales se he especializado en obra hidráulica, interviniendo tanto en la fase de redacción de proyecto como en la constructiva. Durante toda su carrera profesional ha sido jefe de obra en varias empresas. Fuera de la oficina, a Núñez le encanta viajar y conocer culturas. Intenta hacerlo al menos una vez al año. ¿Su destino pendiente? Japón.
¿Qué le motivó a trabajar en este sector y qué le sigue apasionando?
No puedo decir que desde siempre me haya llamado la atención el sector de la construcción, incluso cuando elegí la carrera no era algo que me entusiasmara, pero una vez que empecé a ejercer como jefe de obra me picó el gusanillo y no me imagino dedicándome a otra cosa, aunque si puedo decir que los comienzos fueron muy duros, puesto que me incorporé al mercado laboral en los inicios de la crisis. Por mi currículum me he especializado en la obra hidráulica, sector que me apasiona y del que nunca dejo de aprender. Cada proyecto en el que nos embarcamos lo afronto con ilusión, lo cual contribuye en gran medida a que mantenga el entusiasmo por el trabajo y las ganas de seguir mejorando.
¿Cómo, cuándo y por qué llegó a MAREA?
En febrero de 2020, cuando Alberto Aragonés, director de MAREA, se puso en contacto conmigo y me ofreció que me embarcara en un proyecto ilusionante y con grandes posibilidades de desarrollo. Al estar en mi mejor momento de madurez profesional, por edad y experiencia, consideré que podía aportar mucho al proyecto por lo que acepté y puedo decir a día de hoy que fue una muy buena decisión.
¿Lo que más le gusta de esta empresa?
El equipo humano que la compone y no solo en MAREA, sino en el Grupo Rusvel del cual formamos parte. Además de estar conformado por grandes profesionales, el ambiente de trabajo es muy bueno, contando siempre con el apoyo y la colaboración de los compañeros y personal directivo, aprovechando las sinergias entre los distintos departamentos y líneas de negocio. Esto contribuye a que nos sintamos como una familia y hagamos la empresa como nuestra, algo que en mi opinión es imprescindible para que afrontemos los problemas del día a día y sigamos contribuyendo al crecimiento del grupo.
¿Cuál ha sido el proyecto más significativo en su carrera profesional?
Siempre he considerado como mi mayor reto profesional una depuradora que ejecuté como jefe de obra en Cisjordania, Palestina, no por la dificultad técnica del proyecto, ya que era una EDAR muy simple, pero si por la escasez de medios y los problemas logísticos para la obtención de materiales. Además, en el tiempo que se ejecutó la obra la situación era muy complicada a nivel de seguridad situándose los trabajos en una ubicación especialmente afectada, por lo que no solo había que preocuparse por la buena consecución de la obra sino también por la integridad del personal. Gracias a esta obra maduré mucho a nivel personal y profesional, además de contribuir al desarrollo de una zona deprimida en algo tan importante como es en el tratamiento del agua, de ahí que le tenga especial cariño.
¿Qué tipo de proyectos de obras son los más comunes y menos comunes en MAREA?
En la cartera de obras que tiene actualmente MAREA, predomina la construcción y adecuación de estaciones depuradoras de aguas residuales, pero cada vez tiene mayor presencia la ejecución o ampliación de potabilizadoras, desaladoras y la implementación o mejora de terciarios y cuaternarios en depuradoras. Se prevé que la tendencia seguirá así a corto medio plazo, debido a los problemas de sequías que afrontamos a nivel nacional y especialmente en Andalucía, con lo que se requiere el reaprovechamiento del agua en la mayor medida posible. Espero que una buena parte de la inversión pública siga destinándose a este tipo de obras, aunque el problema de la sequía mejore, puesto que es un problema cíclico en nuestro país y debemos estar preparados para el futuro. En MAREA también apostamos por este tipo de obras contando con un departamento técnico formado por un equipo multidisciplinar, algunos de ellos especialistas y con una amplia experiencia es este tipo de proyectos. Además de todo lo mencionado anteriormente, me gustaría destacar los trabajos que realizamos de mantenimiento fluvial, de los que nos sentimos muy orgullosos por ser pioneros en los sistemas empleados y el éxito obteniendo con ellos.
¿El proyecto más desafiante en el que están ahora volcados?
Podemos decir que dos de las obras más importantes que estamos ejecutando actualmente serían la remodelación y ampliación de la EDAM de Marbella (Málaga) y la EDAM de Corralejo (Fuerteventura). Especialmente porque son obras claves y muy necesarias en las zonas en la que están situadas debido al estrés hídrico por el que están atravesando, siendo conscientes de la responsabilidad que ello conlleva. También tiene especial relevancia para nosotros, una obra que comenzaremos pronto, la construcción de la planta de tratamiento de residuos de Fors en Llerena (Badajoz), que aun teniendo experiencia este tipo de obras, en la actualidad queremos potenciarlas dentro de nuestra cartera de obras.
¿Qué cambios prevé en el sector de la construcción de obras hidráulicas, medio y futuro plazo?
Debido al déficit de empresas subcontratistas dedicadas a la construcción, problema que se agrava según en qué parte del país nos situemos y el volumen de la obra, se hace necesario afrontar el futuro con nuevos métodos constructivos, debiendo apostar por los elementos prefabricados, minimizándose las necesidades de subcontratación y optimizando el tiempo de ejecución, además de poder someterse estos elementos a mayores controles de calidad al fabricarse en entornos más controlados y estandarizados. Esto requiere especial importancia en obras pequeñas y poco atractivas para las empresas subcontratistas. Es fundamental que esto se tenga en cuenta desde la redacción del proyecto, ya que es muy habitual que no se consideren este tipo de dificultades en ellos y luego es muy complicado poder llevarlo a cabo durante la ejecución de la obra.
Hay empresas en las que conviven hasta cuatro generaciones distintas: Z, Milenials, X y Baby Boomers ¿Cómo se gestiona esta realidad en su equipo de MAREA? ¿Qué sigue aprendiendo los seniors y de los jóvenes?
Somos conscientes de la escasez de profesionales que hay en el sector, ya que no hay disponibilidad suficiente para afrontar el volumen de obras que se están acometiendo en la actualidad, en gran parte debido a la grave crisis que atravesamos obligando a muchos a reinventarse y haciendo perder en los jóvenes el interés en formarse para trabajar en la construcción. Esto se agrava cuando se requiere de personal especializado en obra hidráulica. Para ponerle remedio a este problema, el cual nos ha generado muchas dificultades, en MAREA hemos apostado e invertido en la formación de jóvenes profesionales, sobre todo a través de nuestro personal con mayor experiencia, creándose sinergias entra ambas generaciones, que ayudan a mejorar tanto a los unos como a los otros.
¿Dónde se ve dentro de cinco años?
Espero que, en MAREA, en el Grupo Rusvel, siendo el grupo mucho más grande y fuerte que en la actualidad, esperando haber contribuido a ello.