A primeros del mes de julio han comenzado las obras en la desaladora de Marbella, ejecutadas por Marea para la Dirección General de Infraestructuras del Agua de la Junta de Andalucía. Ésta es una de las principales actuaciones de la Junta para hacer frente al estrés hídrico de la Costa del Sol, por lo que la intervención está declarada de interés de la Comunidad Autónoma de Andalucía.
La consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, ha realizado una visita a las instalaciones de la desalinizadora, a la que ha asistido también el jefe de grupo de Obras Electromecánicas Andrés García y el director de Marea, Alberto Aragonés. En dicha visita la consejera ha afirmado que «es una actuación fundamental para los intereses de la Costa del Sol, que cuenta con 527.000 habitantes censados, pero que todos sabemos que la realidad es que esta cifra es mucho mayor y se acerca a los 1,5 millones de personas».
Aunque el abastecimiento de agua en la ciudad está asegurado, la posibilidad de duplicar la capacidad de la planta desaladora (que gestiona la empresa pública de aguas de la comarca, Acosol), para lo que las obras ya han comenzado, será una herramienta fundamental para el equilibrio hídrico que necesita esta zona de la costa malagueña.
Las obras, incluidas en el tercer decreto de la Junta de Andalucía contra la sequía padece la región, servirán para aumentar de seis a 12 los hectómetros cúbicos de agua tratada y contarán con una inversión de unos tres millones de euros.
Los trabajos consistirán en cambiar cuatro bastidores antiguos de membranas de fibra hueca por dos bastidores nuevos de membranas de arrollamiento en espiral; renovar los suministros de tubos de presión, la adaptación de las conducciones de alimentación, rechazo, agua producto y limpieza química, válvulas, accesorios o soportes y demás instrumentos; y sustituir los colectores de acero inoxidable para que sigan operativos.
También se instalará un bastidor de segundo paso que permitirá una mayor eficiencia y mejor aprovechamiento del agua al conseguir que se rechace menos del dos por ciento del caudal de agua producido en el primer paso. Se prevé que las obras de la desaladora estén finalizadas antes del verano de 2024.